El polideportivo Esther San Miguel acogió las diferentes categorías en la jornada
El polideportivo Esther San Miguel fue testigo de una auténtica fiesta del voleibol. Las ya tradicionales jornadas de puertas abiertas del Club Voleibol Burgos superaron todas las expectativas con una participación récord de 224 jugadoras y jugadores, consolidando el crecimiento imparable de este deporte en la ciudad.
Desde los más pequeños, nacidos en 2016, hasta deportistas de categoría senior, pasando por todas las edades intermedias —categorías que abarcan desde benjamín alevín-infantil-cadete-juvenil-júnior y senior—, la cita reunió a una marea de entusiastas que no quisieron perderse esta intensa jornada de iniciación, aprendizaje y convivencia.
El ambiente fue inmejorable: varias pistas funcionando simultáneamente, con entrenadores implicados al 100 %, y una organización que supo canalizar con agilidad la alta afluencia. En comparación con la edición anterior, que reunió a unas 150 personas, el crecimiento es evidente, lo que refleja el atractivo creciente del voleibol entre la juventud burgalesa.
Este evento no solo sirvió para disfrutar de una mañana repleta de deporte, sino que también abrió las puertas a nuevos talentos que podrían incorporarse próximamente a las filas del club. Desde la organización señalan que cada año son más los jóvenes interesados en probar y quedarse, y que el objetivo sigue siendo el mismo: hacer del voleibol una referencia en la ciudad.
Con jornadas como esta, el Club Voleibol Burgos sigue consolidándose como un motor del deporte base en Burgos, apostando por la formación, la inclusión y el crecimiento deportivo de sus participantes.













