La localidad se alza como triunfadora por segunda vez
La final de la liga de bolo burgalés se disputó en la localidad de Villoruebo en la que fue la más larga de las celebradas hasta ahora, la decimocuarta edición. La lluvia hizo acto de presencia durante su disputa y hubo de aplazarse con la final ya comenzada hasta que el tiempo lo permitió y se pudo terminar sin más problemas.
De los 32 equipos participantes, 5 accedieron a esta final, los campeones de cada uno de los cinco grupos de la fase interzonas. Desde comienzos del mes de Mayo se ha venido celebrando el torneo con una fase inicial por cercanías (fase de zona), que dirimió los puestos de cada equipo en la clasificación que posteriormente serían claves para el sorteo de la definitiva fase interzonas, no coincidiendo los que habían logrado primeros puestos, segundos y así sucesivamente.
Los clasificados fueron Hontoria de la Cantera B, Castrillo del Val, Palazuelos de la Sierra, Quintanilla Vivar B y Cueva de Juarros. Estos tres últimos ya habían saboreado las mieles del triunfo en alguna edición anterior.
Los equipos formaron con cuatro jugadores cada uno, tirando una bola a cada juego, sumando los bolos del equipo. El vencedor lograría 5 puntos para la clasificación, el segundo cuatro y sucesivamente tres, dos y uno. En caso de empate entre dos o más equipos, se repartirían los puntos. El primer juego por sorteo fue la diabla y los primeros cinco puntos fueron para el equipo de Cueva, mientras que Castrillo y Quintanilla B lograron 3’5 puntos cada uno al empatar entre ellos.
Al castro mano fue Castrillo el que se impuso poniéndose a medio punto de Cueva que fue segundo logrando cuatro puntos. A la mano pincharon los dos equipos saliendo beneficiado Quintanilla Vivar que venció el juego y pasando al liderato con 11’5 puntos por 11 de Cueva. A pasabolo fue Palazuelos el mejor equipo que con los cinco puntos cosechados igualaba a Cueva en la segunda plaza a un punto y medio de Quintanilla.
El último juego fue el castro diabla con victoria de Cueva que dejaba la clasificación de esta primera ronda con Quintanilla Vivar en cabeza con 18’5 puntos, Cueva 18, Palazuelos 15, Castrillo 13’5 y Hontoria descolgado con 10. La igualdad era la nota predominante al no haber un dominador claro y las espadas en todo lo alto para la segunda ronda, en la que los equipos podían hacer los cambios que quisieran hasta un máximo de cuatro.
La segunda ronda también comenzó a la diabla y esta vez se impuso Castrillo, recortando un punto al líder. De nuevo Palazuelos logró vencer a pasabolo , colándose Hontoria con cuatro puntos que dejó líder a Cueva con 3’5 puntos sobre el cuarto. Más emoción imposible. Al castro mano de nuevo se llevó el pleno Castrillo siendo la diferencia de 1’5 puntos entre los cuatro.
Al penúltimo juego se repitió la historia y a falta del castro diabla Castrillo pasaba a encabezar la tabla con 30’5 puntos, Palazuelos 30, Quintanilla 28’5 y Cueva 28. Al definitivo juego venció Cueva, siendo segundo Palazuelos y pinchando tanto Castrillo como Quintanilla lo que Palazuelos de la Sierra se proclamó brillante vencedor de esta edición, reeditando la victoria de la primera edición. Un equipo que contaba con los dos jugadores más jóvenes del torneo que junto con sus padres, consiguieron una gran victoria.
Las clasificaciones finales fueron las siguientes:
1º Palazuelos de la Sierra con 34 puntos (Marcos Hernando Herrero, Guzmán Báscones, Raúl Hernando y Diego Báscones).
2º Cueva de Juarros con 33 puntos (Enrique Cubillo, Víctor González, Fernando Ortega, Aureo José Iturbe y Aureo Iturbe).
3º Castrillo del Val con 32’5 puntos (Marcos Martínez, Daniel de la Fuente, Rodrigo Santamaría, Domingo Revilla y Ósacr Hontoria).
4º Quintanilla Vivar B con 29’5 puntos (Francisco Javier González, Antonio Rodríguez, Ricardo Ubierna, Jorge Pérez, Francisco Javier Ubierna y Ángel Rodríguez).
5º Hontoria de la Cantera B con 21 puntos (Jorge Antolín, Javier Lázaro, Álvaro Mansilla, José de Usabel, Benjamín Maeso, Jairo Berezo y Roberto Martín).