“Dudas”. Quizá fue la palabra más pensada e incluso, me atrevería a decir que, pronunciada por quienes siguieron al Burgos el pasado sábado. Ya en el descanso, quienes estaban presentes en la grada de tribuna, la repetían, acompañando, también, de peticiones de explicaciones a lo que estaba aconteciendo sobre el césped.
El equipo blanquinegro volvía a repetir guión demostrando ser superior al rival. Sin embargo, la sensación dejada era de un equipo pobre, que no trasmite y que le falta ritmo y velocidad en su juego. No digamos nada sobre generar oportunidades y menos aún a acertar con el gol.
Con todo, cierto es que el dominio del balón volvió a corresponder a los nuestros y eso no deja de ser una buena noticia. El problema es que ese dominio se debe convertir en rentable y si éste solo sirve para lograr sumar el enésimo pase en la línea defensiva, la rentabilidad futbolística a la que nos referimos está bastante lejana.
El once burgalés fue de más a menos. Aunque ese bajón coincidió con el gol de Zabaco. Relajación, contemporizar,… No puedo responder. Pero sí sé que con una victoria por la mínima cualquier detalle te puede condenar y mucho más sí enfrente está un equipo endeble y frágil, lejos de la imagen que había mostrado anteriormente. Sin duda, es una situación, para un equipo que quiere estar arriba, que debe ser aprovechada y nos solo para sumar los tres puntos sino para ganar en confianza y trasmitirla a su entorno.
Pero, desgraciadamente para todos, en lugar de hablar de las acciones buenas del equipo, el comentario en el descanso no era otro que: lo previsible del juego, el bajo ritmo y la falta de trasmisión de sensaciones hacia la grada. Alguien apostó porque ese partido (el del Marino) se iba a ganar (cosa que acertó) pero más por los deméritos del rival que por los méritos propios.
Al final, los burgaleses lograron una victoria con una ventaja de dos goles y eliminando de un golpe las sensaciones de sufrimiento que podíamos padecer en la recta final del encuentro.
Y como de ecos se trata, me hago con uno final en el que me preguntaban si ya no estaba pesimista. Y, cierto es que, con el Burgos acabando como segundo clasificado, con un punto por encima de sus inmediatos perseguidores y a dos, por debajo del líder, ser pesimista no parece lo más adecuado… ¿verdad? Como atenuante, yo no he estado pesimista,… sí preocupado, que no es lo mismo, es más, ya os adelanto que lo sigo estando.
El grupo, al menos hasta la fecha, está más apretado de lo esperado. Ni Burgos, ni Cultural, ni Numancia están rindiendo lo esperado, aunque, aun así, los tres están colocados en una buena situación: 2º, 3º y 4º clasificados.
Los blanquinegros han jugado cinco partidos con tres victorias y dos derrotas. Sin embargo, si analizamos las victorias caeremos en la cuenta que han sido conseguidas frente al Covadonga, Marino y Sporting B, o, lo que es lo mismo, al último, penúltimo y antepenúltimo. Y, ¡ojo!, no deja de ser una buena noticia saber ganar a quienes cierran la tabla. Otras temporadas uno de estos nos hubiera metido una manita…
Y, qué ocurre con las derrotas. Una de ellas contra el Langreo (líder) y la otra frente al Valladolid B, que tiene un partido menos que deberá jugar contra el Marino este miércoles.
Es decir, el Burgos cumple muy bien contra los equipos de la parte baja, aun sin hacer un juego brillante, pero no parece estar cómodo con los equipos de la parte de arriba. No me cabe duda que Cultural, Lealtad, Numancia y Oviedo B hasta completar la primera vuelta, deben ser los enfrentamientos que despejen las dudas existentes.
Habrá que esperar y ver cómo se desenvuelve en esta segunda parte de la primera vuelta. Si el equipo responde como deseamos despejará dudas. Eso sería la mejor noticia.
Jugadores y técnico:
El mejor: Zabaco abrió el camino del triunfo. Estuvo en el sitio perfecto para lograr abrir la cuenta. Además respondió perfectamente en su labor defensiva. (7)
Barovero: No tuvo trabajo. Lo que hizo fue suficiente. (5)
Álvaro Rodríguez: Buen trabajo defensivo. Cumplió. (6)
Raúl Navarro: Tiene un problema y es que no mantiene un sitio fijo en el esquema del equipo. Eso le da mérito aunque se resienta en su juego. (5)
Juanma: Pues dentro de la mediocridad ofensiva del equipo, al menos, se le vio interés. Ha perdido movilidad, quizá por culpa del hacer de los rivales. (6)
Cerrajería: Es el motor blanquinegro y pieza fundamental. Si el equipo es lento, es porque él está lento, si el equipo está atascado, es porque él está atascado. Debe intentar dar más ritmo y velocidad al juego. (5)
Guillermo: Volvió a estar demasiado estático. No se le puede negar su entrega e intentar abrir espacios. Se retiró lesionado. (5)
Roberto Alarcón: De los más flojos del equipo, dentro de la flojera general. (4)
Elguezabal: Como sus compañeros en defensa cumplió y bien. Tuvo una oportunidad clara de haber marcado el segundo. (6)
Lobato: Taponó bien su banda y se prodigó en subidas. En línea con sus compañeros de la zaga. (6)
Berjón: No estuvo al nivel de otros partidos. (5)
Pisculichi: Marcó el gol y con ello se metió en el partido y le vimos una cara positiva en los pocos minutos que estuvo. Calidad y acierto en el gol que permitió tranquilizar el partido. (7)
Javi Gómez: Marcó otro ritmo en el campo. Se mostró incisivo y lo intentó una y otra vez. Dio la asistencia del segundo tanto. Bien. (6)
Claudio Medina: Tiene que animarse mucho más. Tiene calidad para la categoría pero está lejos de lo que sabe hacer. (4)
Miki Muñoz: En línea con el equipo. Su salida refrescó el centro del campo pero no llegó a ser determinante. (5)
Matías Rosales: Revolucionó el equipo con su salida. Ganó en ritmo y velocidad y eso permitió jugar más tiempo en terreno contrario y relajar tensiones. (6)