La segunda jornada del campeonato se presentaba interesante, sobre todo por la disputa del partido que enfrentaba a quienes se les considera gallitos y, por lo tanto, candidatos al ascenso final: Cultural y Numancia.

La conclusión que podemos sacar es que el Numancia presentó sus credenciales a serio candidato al retorno a la categoría de plata. Un equipo, el soriano, que ya está marcado por el sello de Mandiola y que a una pretemporada que no despejó dudas y donde se ha recompuesto con el 90% de los jugadores de la plantilla, ha dado paso, con dos jornadas del campeonato disputado, a mostrar una cara seria, con veteranía y experiencia, con un alto ritmo de juego y con capacidad para anular a sus rivales. Mandiola lo avisó antes de empezar la pretemporada: “Con el Atco. Baleares no ganamos un partido en pretemporada y luego quedamos campeones”. Parece que en esta afirmación, el eibarrés parece sentirse como pez en el agua. Eso sí, quizá, cuando ha tenido que rematar la faena, sus equipos “han fallado con el estoque”.

Peor cara mostró la Cultural y Deportiva Leonesa. Uno de los considerados como principal candidato “a todo” mantiene la cara de la pretemporada, es decir, mantiene muchas dudas. Es cierto que no es fácil ganar a domicilio como lo hizo en Mareo, pero no es menos cierto que se enfrentó a un equipo con 8 juveniles que estrenaban categoría, con varias bajas en su parte defensiva y que le regaló varias opciones que, ahí sí, Dioni se encargó de aprovechar. Contra el Numancia todo cambió. A merced de los sorianos, los de Cabello no encontraron nunca el rumbo, solo encontrando el pelotazo como recurso para intentar sacudir la presión y ritmo a la que se vio sometido. Y lo que son las cosas, habiendo estado 89 minutos sin opciones de gol, pudieron los leoneses haber ganado en la última jugada.

Del resto, destacó la vitoria del Real Oviedo B en el Álvarez Rabanal de la capital del principado. Allí se enfrentó a un Covadonga que tiene el mismo mérito en positivo: su versatilidad y movilidad de los jugadores de arriba; como, en negativo, que éstos mismos, generan confusión y poco menos que locura a sus compañeros y a ellos mismos.

De esta forma, solo un gol en ciento ochenta minutos y ¡de penalti! es el resultado de tanto ir y venir de un sitio a otro. Pero mérito y mucho tiene el filial carbayón. Con un jugador menos, el Vetusta encajó el primer gol del partido y en este escenario fue capaz de, no solo empatar, sino ganar y con holgura. Destacó Cueto en la parte de arriba.

Más normal fue lo visto en Miramar. Marino y Lealtad mostraron dos estilos diferentes pero muy reconocibles en la categoría. Reparto de puntos que dejan en una cómoda situación a los de Villaviciosa que, por cierto, no supieron o no pudieron aprovechar los minutos en superioridad numérica. Los luanquines deberán apretar para cosechar su primera victoria, aunque no deja de tener mérito no bajar la guardia cuando más complicado se les puso el partido. No perder fue su recompensa.

Para concluir nos centraremos en el actual líder de la competición. El Langreo recibía en Ganzábal al Valladolid B al que la fortuna, en esta ocasión no le acompañó. Y eso que se puso por delante en el marcador y que daba la sensación de tener controlado el partido. Un penalti decretado a instancias del asistente estableció el empate y a partir de ahí los pucelanos comenzaron a desvanecerse para terminar por perder todos los puntos. Los locales se mostraron como un equipo fuerte, bien colocado y con mucha fe. El equipo mantuvo un ritmo muy aceptable durante los 90 minutos y eso fue lo que les terminó dando el triunfo. Equipo pegajoso con velocidad, aprovechó el juego directo para crear peligro. Davo en el lado derecho puso la calidad en un equipo, la Unión Popular de Langreo, que juega al fútbol sabiendo lo que se trae entre manos.