Berjón consigue el único gol del partido ante el Sporting B.-Foto: Jarcha/Burgosdeporte

El Burgos terminó su segunda jornada de este atípico campeonato y con ello pudo sumar su primera victoria y, lógicamente, los tres primeros puntos de una vez en la tabla clasificatoria.

Todos esperábamos y si me apuran, deseábamos, ver al Burgos de la primera parte de los Anexos de Zorrilla. No fue tal. El Burgos no practicó el fútbol del intenso ritmo que nos ofreció frente al filial pucelano. Quizá porque de todo se aprende y el bajón físico de la segunda parte de aquel partido no quiso volver a sufrirlo en bueno de Calero.

Pero la realidad es que con menos ritmo (siempre según mi apreciación, claro está), el Burgos mantuvo dentro del campo la sensación de ser un equipo superior, más experimentado y veterano y que se volvió a hacer acreedor a mandar no solo en el césped sino también en el marcador.

Así fue. Berjón abrió la cuenta anotadora de la temporada en un “ataque” de calidad de los varios y frecuentes que tuvo el medio izquierdo durante el partido de ayer. Un remate seco, raso, donde los porteros sufren y suelen encajar por el hueco que menos esperas.

Adelantarse en el marcador no es, en este fútbol que vivimos, una tarea fácil. Es más, los blanquinegros han necesitado 118 minutos de temporada para lograrlo y aún nos queda otra lectura más. En 180 minutos, un gol. Es decir, necesitamos dos partidos para marcar. ¡Calma!, ¡Calma!… Comprendo vuestros instintos torturadores ante esa afirmación. Es solo estadística, números… Pero es una estadística que necesitamos cambiar a mejor y ya. Porque hay un máxima en el fútbol que no es otra que un equipo necesita también resultados para confiar en su trabajo y en lo que está haciendo.

Al final, victoria más que justa e igualmente necesaria. Seguro que muchos hubierais preferido una más holgada, clara, contundente. ¿Y quién no? Yo también. Pero más que por ganar goleando, sobre todo por empezar a conseguir algo muy importante es esta categoría (seguramente y con razón, me digáis que en todas las categorías) que  no es otra cosa que esa frase tópica tan empleada como la de cerrar los partidos.

Tiene razón Calero que todos juegan y todos quieren ganar. Pero unos juegan con más potencial que otros, unos juegan con más calidad que otros, y cuando se plasma en el terreno de juego y no en el resultado también debemos pensar que tenemos algún problema. Y muy lejos está mi intención de sembrar dudas… En absoluto. No necesitan de unas frases escritas a golpe de digital para saber que éstas llegarán y que el equipo con el entrenador a la cabeza deberán resolver. Pero el tema está ahí.

Porque no podemos obviar que el equipo que tuvimos enfrente en esta segunda jornada está en período de formación. Es cierto que a mí, personalmente, me hubiera gustado encontrarme el filial que pude ver en la primera jornada, pero mis sospechas no tardaron en confirmarse y la aportación de Zalaya, Sánchez y algún cambio de cromos introducido por Baños reforzó el equipo y mejoró. Ahora, desde mi modesto punto de vista y respetando al máximo al contrario, como he intentado hacer siempre, este Sporting B está muy lejos de las prestaciones del Burgos CF y en éstas, está claro, que su repercusión pudo ser en todo menos en lo que al final importa que no es otra cosa que el resultado (y si no, basta con recordar nuestra experiencia de la primera jornada).

En definitiva, bien por el equipo, bien por Calero, manteniendo un esquema que en juego fue brillante en Valladolid y que ayer también mostró una cara óptimo y deseable, pero menos bien por esa falta de resolución que nos hizo sufrir al final un poco más de la cuenta.

En lo negativo y con ánimo de animar, Claudio Medina. Claudio tiene que ser un hombre importante en nuestro equipo. Tiene calidad, tiene gol (al menos cuando yo le he visto), tiene referencia, tiene apoyo. Pero por ser un jugador llegado de a medias una primera división y al completo de una segunda no debe caer en el error de ver camino libre y barra libre. El conoce la segunda división B y no deja de ser esa categoría menospreciada, basurable, muy olvidada por los altos estamentos del fútbol nacional, pero que no deja de suministrar a primeras ligas de otros países temporada sí, temporada también, un número interesante de jugadores; que es una temporada de paso de futuros importantes jugadores de nuestro fútbol; y, también, lugar donde otros terminan sus carreras deportivas o empiezan otras en otras líneas. Claudio necesitará un tiempo pero sin ánimo de enseñar nada de lo que ya sabe. Ésta es una categoría que te exige a correr más que el resto, a empujar más que el resto, a tener más calidad (si tienes esas facultades) que el resto, a presionar más que el resto, a luchar más que el resto, a hacer todo más que el resto, incluso, hasta calentar con más intensidad que el resto. Y entonces, con todos estos ingredientes, Claudio será el delantero que necesita el Burgos y que le servirá muchas alegrías que la afición le reconocerá. Pero todo esto, Claudio, seguro que lo sabe.

Y para acabar con estos ecos, Calero. Más que atender a su trabajo que lo superó con una nota más que aceptable, por su situación. Comprendo que para los responsables del Burgos CF, no solo es deseo, sino en cierta medida obligación velar por los intereses del club. Un club que juega con unas normas establecidas, mejores o peores, más o menos merecedoras de ser cambiadas, pero ahora, son las que están. Y creo que el club podría enrocarse en una situación que termine engrandando un problema que empezó con una, siempre desde mi modesto punto de vista, decisión de dudoso acierto y que puede costarle muy caro al club. Esperemos que se encuentre una solución rápida que permita a Calero desarrollar su trabajo y manteniendo cuidar los intereses de nuestro equipo.