Diego Vieira es entrenador de las categorías inferiores del Club Balonmano Burgos, donde también ejerce funciones de coordinador de cantera. El técnico habla para Burgos Deporte de la salud del deporte en la ciudad, del trabajo que realizan con los jugadores en formación y del futuro que le espera a la entidad de la que forma parte.

“El crecimiento es positivo y la evolución, no cabe duda, que no para”, resaltaba Vieira sobre la salud de la cantera de balonmano en Burgos, en la que considera que existe “un número elevado” de jugadores y que los equipos van accediendo progresivamente a las fases finales de las competiciones regionales en las que participan.

Este es el caso de los conjuntos de base del Balonmano Burgos, sobre los que entiende que “dando pequeños pasitos podemos ir alcanzando los objetivos”. Dentro de esos retos, está el de llevar al primer equipo del club a las principales categorías del balonmano nacional, un camino en el que se ha avanzado esta temporada con el ascenso del UBU San Pablo a la División de Plata.

Para la cantera es fundamental, señalaba el entrenador, tener un equipo en una categoría de nivel que se convierta en “un referente” para los chicos y chicas que conforman la base del Club Balonmano Burgos, que tendrán “el sueño de poder, en años sucesivos, llegar a debutar algunos de ellos en ese primer equipo”.

El objetivo de la cantera: formar jugadores a nivel deportivo y humano

En la cantera de la entidad castellana, relataba Diego Vieira, cuentan con 150 niños y niñas, divididos en tres categorías (infantiles, cadetes y juveniles). Además, realizan un seguimiento cercano al trabajo realizado en las escuelas deportivas de los centros escolares de la ciudad. “El objetivo dentro de nuestra base debe ser aumentar el número de jugadores que forman parte del club”, subrayaba.

Los conjuntos que forman la cantera del Club Balonmano Burgos compiten a nivel de Castilla y León, lo que les supone “un estímulo” de cara a “compartir experiencias con otros equipos de mucho peso”, como pueden ser el Ademar León o el Atlético Valladolid, además de la sana rivalidad que se tiene en los encuentros frente al Villa de Aranda. “Nuestro objetivo fundamental debe ser ir formando a los jugadores, no solo a nivel deportivo, sino a nivel personal”, recalcaba Vieira.

Los retos futuros para la base del Club Balonmano Burgos

“Uno de los objetivos que pretendemos de cara a este año es ser capaces de involucrar mucho más a padres, a exjugadores, a los jugadores de los equipos…”, afirmaba el coordinador de la cantera, de modo que “esos jugadores sean capaces de integrarse dentro del club” en las diferentes tareas que se desarrollan, como entrenar a equipos de base.

El proceso para construir esa estructura “requiere una planificación extensa”, reconocía Vieira, que aseguraba que entre las dificultades que encuentran en cada temporada se encuentra, entre otras, los lugares en los que puedan trabajar: “Este año tendremos que potenciar el tema de las instalaciones siempre que aumentemos el número de jugadores”.

Desde la cantera de la entidad burgalesa no existe un temor de volcar los esfuerzos del club con el primer equipo en detrimento de la base. “Son dos objetivos que deben ir de la mano”, insistía el entrenador de los burgaleses: “Ese crecimiento tiene que ser un reflejo de las categorías de base”. Para lograrlo, apuntaba Vieira, deberán afianzar la “conexión entre las metas del primer equipo y el desarrollo de objetivos que tenemos dentro de la cantera”. No obstante, el técnico destacaba: “No cabe duda de que, con el trabajo, vamos a poder alcanzarlo”.