Comentario de opinión de Jairo Velasco sobre la actualidad del Burgos CF.
Poco más se podía pedir a una tarde de sábado que empezaba con uno de estos chaparrones a los que nos acostumbra esta primavera burgalesa, pero que pronto dio paso a un reluciente sol con el que se vislumbró el arcoíris desde nuestro Plantío. Metáfora climatológica perfecta para definir un partido en el que tuvimos de todo y que no se pudo redondear de la mejor manera.
La imagen ha cambiado. La salvación, que hasta ahora era virtual, ha dado otro aire al Burgos; Más desenfadado, alegre y vistoso, sin ese temor continuo que parecía someter a todos nuestros jugadores, haciéndoles cometer errores impropios y dando un nivel mucho más bajo de lo que podíamos esperar. Era el momento de agarrarse los machos, y poniendo todo en perspectiva, era lo que en ese entonces necesitaba el equipo.
Ramis también ha entendido que era el momento de volver a alinear a aquellos que fueron “apartados” y que parecieron verse superados por una situación no contemplada en las aspiraciones de su contrato. Jugadores como Morante y David han demostrado que si que son valedores de defender esta camiseta, mostrándose de cara a la temporada siguiente como piezas muy útiles para aportar calidad y carácter.
En la cara negativa sigue estando Curro; Piedra angular de este proyecto, no está dando el rendimiento que se esperaba con su costosa renovación. Desde la llegada del entrenador tarraconense se le exigió mucho más esfuerzo defensivo, reduciendo sus participaciones en ataque a transiciones muy rápidas cuando él requiere mucho contacto con el balón para mostrar su mejor nivel. Ahora parece ser el único anclado en el pasado, desacertado y visiblemente apático no encuentra su sitio en un equipo que ha crecido dejándole de lado.
Si hubo una época en el que remontar un resultado se antojaba prácticamente imposible, el chip de los jugadores ha cambiado de tal manera que parece que los golpes de los rivales no les afecten. Dos bofetadas cordobesas, una mucho más merecida que otra, que podrían haber desquebrajado la poca motivación con la que se podría tomar un encuentro intrascendente, pero más lejos de esto, el conjunto burgalesista respondió como equipo grande y combativo.
Espina táctica en la variación de nuestro técnico en el descanso, obligando a la defensa a recular a bloque bajo y dejándonos dominar por un Córdoba muy dañino en cuanto sus mediaspuntas conseguían enlazar tres pases en la frontal del área. Así nació su segundo gol y a partir de ahí la modificación desapareció, haciendo evidente que lo que buscaba no funcionó.
Pero por si no hubiera suficientes motivos para salir contentos del municipal, el golazo de nuestro capitán redondeó una gran tarde de disfrute. Junto a Raúl, únicos supervivientes del ascenso en Almendralejo, a cualquier aficionado que vista nuestra elástica se le hace imposible no sentirse identificado con los valores que transmite el mayor de los Córdoba.
Indiscutible en las alineaciones sea cual sea el técnico que resida en el banquillo burgalés, ha asumido la difícil tarea de relevar en la capitanía a un referente como Elgezabal. Honor para aquellos que defienden nuestro escudo como lo hacen ellos, porque independientemente de las habilidades y la pulcritud táctica, el esfuerzo ha de primar a la hora de saltar al césped.
