Partido muy igualado que se resolvió en los últimos minutos en el que fue determinante el acierto del equipo salmantino en sus ocasiones y la falta de definición de los burgaleses en las suyas.
No tuvo la suerte de cara el Círculo BigMat en su partido frente a Salamanca, pese a cuajar un partido muy serio ante un buen rival y aunque contó con numerosas ocasiones de gol, solo pudo materializar una y ello le pasó factura ante un Salamanca que estuvo más acertado en su ataque. Pese a la derrota en casa, una vez más, las sensaciones que deja el equipo burgalés son buenas e invitan al optimismo de que llegarán momentos mejores y podrán salir de la zona de descenso en la que se encuentran si siguen jugando con la intensidad y el carácter con que lo hicieron ante Salamanca.
La primera parte fue muy igualada, el partido se ajustó al guión previsto, con mayor dominio del equipo visitante, pero defensa disciplinada y eficaz de los burgaleses saliendo al contragolpe y generando también oportunidades de gol.
Hubo reparto de ocasiones para ambos equipos y buena defensa de unos y otros. Sin arriesgar demasiado ninguno. Con el empate sin goles se llegó al descanso.
En la segunda mitad llegaron los goles, aunque el guión del partido apenas varió, con un buen comienzo de los burgaleses que tuvieron llegadas de peligro en una de las cuales, a los 23 minutos llegaba el gol del Círculo en un remate de Jesús que abría el marcador y daba muchas esperanzas de victoria a los burgaleses.
Sin embargo la alegría no duró demasiado, ya que apenas cuatro minutos después llegaba el empate de Salamanca, que apretó mucho en busca de la igualada, por medio de Sergio Hernández en una jugada de habilidad personal.
Las tablas estaban en el marcador y todo podía suceder, porque los dos equipos sabían de la importancia de sumar una victoria y buscaban el gol. El Círculo BigMat tuvo buenos momentos de juego, con tres ocasiones claras en las que Samu pudo poner en ventaja a los burgaleses, pero se encontró con un gran guardameta que evitó que el Círculo pudiera de nuevo adelantarse en el marcador.
En la recta final del partido Salamanca arriesgó con portero-jugador, buscando el gol de la victoria y, aunque la defensa burgalesa estuvo muy bien, sin cometer errores, en una jugada con un balón largo al ataque, Martín peina el esférico y logra batir a Cremer para establecer el definitivo 1-2.
Lo intentó el conjunto burgalés hasta el final y forzó un par de oportunidades en las que Pablo pudo igualar la contienda, pero no tuvo acierto en el remate, con demasiadas prisas en el equipo burgalés. Una pena, porque el Círculo BigMat, por juego y ocasiones mereció mejor suerte en este partido.
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