El Tubos Villa de Aranda no pudo conseguir sumar ante Ademar tras un encuentro marcado por una primera mitad en la que los amarillos llegaron a estar 17 minutos sin marcar.
León sigue siendo terreno inexpugnable para el Tubos Villa de Aranda. Nueva visita al Palacio de Deportes en Asobal y nueva decepción amarilla. El derbi castellano y leonés de la 2ª jornada en la Liga Plenitude cayó del lado de Ademar León (30-25) tras una extraña primera parte y una segunda en la que la escuadra de Javi Márquez intentó remontar sin éxito.
Fantástico arranque de la escuadra amarilla con un parcial de 0-2 gracias a los tantos de Arthur y Berbel. Pero todo fue un espejismo ante la reacción de un rabioso Ademar. Los de Gordo aprovecharon la extraordinaria sequía amarilla -17 minutos sin anotar- para dar la vuelta al marcador de manera abultada con un parcial de 10-0 para el 10-2 superado la mitad del primer tiempo en el 40×20 del Palacio de Deportes.
Culpables en el atasco amarillo, un excelso Saeid en la portería leonesa con cerca de un 40% de acierto -nueve paradas-, y el error en la finalización de los de Javi Márquez, que no estaban entonados.
Sería Juan Tamayo a los 19 minutos de la primera parte quien acabara con el anochecer arandino. Respiro, y qué desahogo. Parecía quitarse la presión la escuadra de las tierras del Duero para acercarse en el marcador con un juego mucho más fluido como demostraba un alentador 12-8.
En la portería seguía funcionando Pau Guitart y Dalmau en ataque lanzaba el brazo para hacer reducido el choque a los dos goles de desventaja, pero no pudo ser y el primer acto se cerraría con desventaja de cuatro goles (16-12)
Tiempo para rentabilizar
En la segunda parte, el equipo amarillo sabía de sus opciones, pero delante se iba a encontrar con una escuadra que tan solo con saber rentabilizar su renta podría encontrar el premio del triunfo.
Pero ante una situación de dudas, los de Dani Gordo apretaron el acelerador para ampliar la renta hasta los seis goles con el 22-14. El Tubos Aranda Villa de Aranda no iba a rendirse porque ese es el ADN de la escuadra de Javi Márquez.
Con la fe de derribar muros como la temporada pasada, y a pesar del desgaste del primer tiempo para remontar y la falta de efectivos -Mosquera y Vega-, los amarillos se acercaron en el marcador con el 24-20, a falta de diez minutos.
La empresa era tremenda y los arandinos sabían donde residía la esencia de un partido que les iba a permitir seguir creciendo y armarse como escuadra. Así se apretó de nuevo. En juego su imagen y poner el susto en el cuerpo a los leoneses con el 26-22 a falta de seis minutos para el final. Pero el duelo parecía estar listo para sentencia con un Ademar controlador. Finalmente, la historia volvió a pesar en un nuevo derbi entre arandinos y leoneses con una nueva derrota (30-25)
Ahora turno para descansar antes de comenzar a preparar el duelo de la 3ª jornada, de nuevo en el Santiago Manguán, con la visita el domingo (18:00 h) de Torrelavega.