Gracias a la misma se pueden observar elementos que no eran visibles a la luz del día, tales como pináculos o cubiertas. Además de resaltar elementos que pasaban desapercibidos, también se pretenden poner en valor las distintas puertas de la Catedral.
La Catedral de Burgos ha estrenado su nueva luminaria, un arsenal de cerca de 800 luces LED que resaltan la arquitectura del templo y los elementos más significativos. Se trata de proyectores regulables punto a punto situados tanto en las fachadas como en las cubiertas del templo, con una potencia de 25,5 kilovatios. Se puede manejar desde la intensidad hasta el color, que es un blanco cálido abastecido desde el centro de suministro municipal.
Esta nueva iluminación es un proyecto venidero de la legislatura anterior y que hará de la catedral un atractivo nocturno con luminarias más eficientes y energéticas, además de permitir una visión nocturna en 3D. A la vez que se inaugura el nuevo alumbrado, se retirará la antigua iluminación, de la que aún quedan elementos y que data de los años 80.
Gracias a esta nueva iluminación se pueden observar elementos que eran visibles a la luz del día, tales como pináculos o cubiertas. Además de resaltar elementos que pasaban desapercibidos, también se pretenden poner en valor las distintas puertas de la catedral, así como las que tienen menos uso y puedan ser advertidas por los turistas y ciudadanos.
