El equipo blanquiazul hace historia y se mete en la tercera eliminatoria de la Copa en la que tendrá como rival otro Primera de competición Europea: Real Madrid, Barça, Atlético u Osasuna.
La Arandina ha hecho historia en la Copa del Rey y felices a miles de
aficionados que se dieron cita en el Juan Carlos Higuero.
David y Goliat, Hércules y los Dioses del Olimpo… habría muchos ejemplos comunes en los que fijarse para describir lo logrado por la Arandina este noche en la Copa del Rey.
Derribando límites y haciendo soñar a los suyos, el club ribereño ha hecho historia ha superado sus expectativas y ha salido de su zona de confort para decirle al fútbol español que una pequeña localidad de algo más de 30.000 habitantes quiere tener su pedazo de protagonismo, que ellos también existen. Lo de la noche de este jueves
empezaba con incertidumbre.
La lluvia iba a ser la protagonista, el condicionante de una eliminatoria que el propio Sergio González, elevaba al papel de la polémica. “Si hoy hubiera estado otro equipo aquí, no se habría jugado”, apuntaba el técnico cadista en sala de prensa.
Sea como fuere, el abnegado terreno de juego contó con el beneplácito del colegiado, Francisco José Hernández Maeso, quien tomó la determinación de seguir para adelante con el espectáculo.
Había que adaptarse, ambos equipos, lo antes posible a las condiciones del terreno de juego. Fue la Arandina, de estreno con su nueva camiseta, quien lo logró. Y de qué manera, ya que a los cinco minutos tras un saque de banda y un rechace dentro del área, Haji alimentaba el sueño de la campanada. Cinco minutos, en un inicio fulgurante de los de Álex Izquierdo, tardaron los ribereños en ponerse por delante.
El público estallaba y se frotaba los ojos. Le costó, demasiado a los gaditanos entrar en partido y pudieron pagarlo caro en otra gran acción que Ayoub no llegó a rematar para el 2-0. Bajaron las pulsaciones y el
partido, difícil de descifrar ante la categoría del rival, acabaría por encontrar la cordura y la lógica a los 35 minutos.
El gol de Fede para el Cádiz era un jarro de agua fría ante la lluvia ribereña. Pero más allá de entorpecer en la lucha por un sueño los jugadores de la Arandina al cántico de ¡Si se puede! de los cerca de tres mil aficionados en la grada siguió creyendo hasta el descanso.
El paso por los vestuarios, el empate de los gaditanos, el cansancio, el empeoramiento del terreno de juego jugaban en contra del sueño, pero soñar es gratis y a veces los sueños se hacen realidad. Con esa hambre en cada balón dividido, con el alma en cada jugada defensiva, en cada carrera por la banda y balón largo para comprometer al Cádiz, con todo eso se sobrepuso a la lógica la Arandina.
De nuevo Ayoub, primer puso la exclamación en las gradas y a renglón seguido los aplausos y los cánticos de ¡Si se puede!. El centro de Santa, tras la pelea divida de Kevin, a punto estuvo de saltar la banca, pero el hispano marroquí no llego.
La Arandina seguía creciendo en su convencimiento de que algo grande podía pasar. Una sensación directamente proporcionar al desastre de la eliminación en la filas cadistas.
Los blanquiazules estaban demostrando ponerse al nivel de todo un Primera División y por momentos la pegada más mortífera era la de los ribereños. Una sensación que se encargó cristalizar la testa de Pesca. El central aprovechó el centro de Kevin a los 63 minutos de partido para dar la campanada. 2-1. El sueño podía convertirse en realidad.
En la cabeza de todos, la incredulidad. En la de los más vehementes, el sueño, la realidad y la garganta para empujar a los suyos a la siguiente ronda.
El júbilo dio paso al protagonismo de la grada que mantuvo a los suyos como creyentes. También la entrada de Raly Cabral, otra preocupación para la zaga gaditana por su velocidad. Suyas fueron las internadas que volvieron a comprometer a la zaga y al propio Aznar en portería.
El Cádiz apretaba no quería regresar con el bochorno y dos disparos desviados pusieron la duda. Minuto a minuto pasaban los segundos hasta llegar con ventaja en el marcador el descuento y ahí más allá de defenderse la Arandino tuvo el 3-1, primero en las botas de Cabral y después en las de Frodo. Murió el partido con una Arandina matadora que hizo bueno el discurso de su entrenador en la charla motivacional previa al choque. “Creer en vuestro yo de 10 años, en ese niño que quería jugar un día contra un Primera División”.
El niño comienza a hacerse mayor… ahora a por otro Primera.
Ficha técnica:
Arandina: Adrián, Deiby, Pesca, Jaime, Haji, Vitolo, Santa (Átomo, 92′), Zazu (Carmelo, 68′), Otu (Fer Bajo, 92), Kevin (Raly Cabral, 75′) y Ayoub (Frodo, 68′).
Cádiz CF: Víctor Aznar, Zaldua, Jorge Meré, Víctor Chust, Lucas Pires, Fede San Emeterio (Moussa Diakité, 46′), José Mari (Sobrino, 77′), Robert Navarro (Maxi Gómez, 67′), Brian Ocampo (Momo Mbaye, 67′), Sergio Guardiola y Negredo.
Goles: 1-0 (4′) Haji. 1-1 (34′) Fede San Emeterio. 2-1 (65′) Pesca.
Árbitro: Hernández Maeso. Amonestó al local Vitolo (18′) y al visitante Víctor Chust (18′).
Incidencias: Partido de la segunda eliminatoria de la Copa del Rey disputado en el Municipal Juan Carlos Higuero ante más de 4.000 espectadores.
ASI SE VIVIÓ EL FINAL DEL PARTIDO
